Articulo Recomendado por: Oscar Billy Lopez Bolaños
(CNN) — Después de combatir con éxito la primera oleada de infecciones, Europa se encuentra ahora en medio de una segunda ola de coronavirus mientras se aproxima el invierno, lo que genera dudas sobre qué salió tan mal.
El número de casos diarios de covid-19 en la Unión Europea y el Reino Unido esta semana alcanzó niveles récord de más de 45.000 en una tasa de notificación de 14 días, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), y frente a esto se han puesto nuevas restricciones en lugares que habían tenido éxito durante la reapertura. Los líderes han expresado sus temores por el alto número de casos que los hospitales podrían enfrentar en los próximos meses y la perspectiva inminente de nuevos cierres nacionales.
La tasa de mortalidad de Europa se ha mantenido estable durante 72 días, según el ECDC, aunque Bulgaria, Croacia, Malta, Rumanía y España experimentan aumentos en la tasa de mortalidad.
Hay tendencias que pueden explicar el deterioro. El incremento se produce justo después de la temporada de vacaciones de verano, cuando los trabajadores regresan a las ciudades y los niños vuelven a la escuela. La Organización Mundial de la Salud ha sugerido que el aumento podría deberse en parte a la relajación de las medidas, a que la gente baje la guardia, y la evidencia indica que los jóvenes impulsan la segunda ola de contagios en Europa.
A pesar del creciente número de casos y muertes recientes en Europa, el continente todavía se compara favorablemente con Estados Unidos. Europa ha reportado 4,4 millones de casos y 217.278 muertes entre una población de 750 millones, mientras que Estados Unidos ha informado de 6,7 millones de casos y 198.000 muertes en una población de 330 millones.
La segunda ola
El primer ministro británico, Boris Johnson, expresó el viernes ante medios que el Reino Unido «ahora ve una segunda ola que se avecina» y que era «inevitable», ya que el número de casos diarios de covid-19 superó los 4.000 por primera vez desde mayo.
«Obviamente, analizamos con mucho cuidado la propagación de la pandemia a medida que evoluciona en los últimos días», dijo Johnson. «No hay duda, como he dicho durante semanas, que podríamos (y) ahora vemos una segunda ola que se avecina. Lo vemos en Francia, en España, en toda Europa. Es inevitable lo que veremos en este país.
«No quisiera entrar en un segundo cierre nacional. La única forma en que podemos evitarlo que la gente siga la guía de prevención».
El Reino Unido tiene el mayor número de muertes en Europa con más de 40.000 y esta semana se impusieron nuevas restricciones a las reuniones sociales en toda Inglaterra.
Johnson enfrenta una creciente reacción incluso de quienes lo apoyan habitualmente en la prensa de derecha británica, el Daily Telegraph y Spectator han cuestionado el plan del gobierno y el columnista del Times of London Matthew Parris ha escrito que el «se ha ido el brillo» de Johnson.
Sus palabras condenatorias se producen en medio de críticas generalizadas al colapso del sistema de prueba y rastreo del Reino Unido que incluso el primer ministro admite que tiene «grandes problemas».
De igual manera, en Madrid, se anunciaron nuevas restricciones el viernes, que cuenta con aproximadamente un tercio de todos los casos nuevos en España, según el Ministerio de Salud español.
El país reportó un récord de 12.183 casos diarios el 11 de septiembre, además, se ha registrado el mayor número de casos en Europa con más de 600.000 y más de 30.000 muertes.
Por su parte, Francia registró 13.215 nuevos casos de covid-19 en 24 horas el viernes, según los datos publicados por su Agencia Nacional de Salud, la cifra más alta de este país desde abril.
Las cifras también mostraron una tendencia creciente en los ingresos hospitalarios con 3.626 nuevos pacientes durante los siete días anteriores. En una importante ciudad francesa, CNN informó esta semana que los hospitales estaban a punto de quedarse sin camas de UCI.
Entre tanto, la República Checa reportó un récord de 3.130 infecciones diarias el viernes, allí las mascarillas volvieron a ser obligatorias en las escuelas, y los Países Bajos reportaron un récord de 1.977 casos.
El primer ministro Mark Rutte dijo en una conferencia de prensa que el número de infecciones diarias del país se estaba duplicando en poco más de una semana. «Con una R (tasa de reproducción) de 1,4, ese número crecerá en tres semanas a más de 10.000 por día», advirtió.
«No es necesario ser matemático o virólogo para comprender que este tipo de números inevitablemente impactarán los hospitales», indicó. Los restaurantes, cafés y bares en seis regiones holandesas enfrentarán nuevas restricciones a partir del domingo.
Por otro lado, Italia registró el viernes las cifras más altas desde mayo con 1.907 casos diarios; Polonia registró un récord de 1.002 casos diarios de covid-19 el sábado.
Qué salió mal
El director de la OMS para Europa, Hans Kluge, advirtió esta semana sobre «tasas de transmisión alarmantes» y una «situación muy grave» en la región, y agregó que los casos semanales han superado los reportados durante el pico de marzo.
Si bien hubo un aumento de casos en los grupos de personas entre los 50 a 79 años de edad, en la primera semana de septiembre, la mayor proporción de casos nuevos todavía se encuentra entre las personas de 25 a 49 años, indicó Kluge.
A finales de agosto, Kluge informó que el aumento gradual de los casos en Europa podría explicarse en parte por «la relajación de las medidas sociales y de salud pública, donde las autoridades han aliviado algunas de las restricciones y la gente ha bajado la guardia».
El funcionario también expresó que estaba «muy preocupado porque cada vez hay más jóvenes entre los casos reportados” y aseguró que no recomienda grandes reuniones y fiestas.
En varios países, los casos de covid-19 aumentan con especial rapidez en las ciudades densamente pobladas, donde la gente regresa a las oficinas, escuelas y lugares públicos después de que las medidas se suavizaron tras el pico de la primavera.
Al igual que España, Austria ha experimentado su mayor repunte en la capital. El canciller Sebastian Kurz señaló el domingo pasado a la agencia nacional de noticias austriaca APA que la situación era «particularmente dramática» en Viena, donde hay más de la mitad de las nuevas infecciones registradas.
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