Articulo Recomendado por: Oscar Billy Lopez Boñalos
Aunque los primeros contactos oficiales entre Colombia y Rusia se dieron en 1858, no fue sino hasta el 25 de junio de 1935 cuando las relaciones diplomáticas entre ambos países fueron formalmente establecidas, durante la presidencia de Alfonso López Pumarejo.
Exactamente 85 años después de esa fecha, el embajador de Rusia en Bogotá, Sergei N. Koshkin, repasa en diálogo con EL TIEMPO lo que dejan más de ocho décadas de relación bilateral.
Koshkin contó, entre otras cosas, cómo es la cooperación actualmente entre Bogotá y Moscú, cuáles son los productos que más se intercambian entre ambos países y también explicó cómo su país ha manejado la pandemia del covid-19. “Esperamos que para septiembre próximo ya tendremos una vacuna registrada y aprobada”, dijo el embajador.
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Los vínculos entre Rusia y Colombia son de vieja data. Los primeros contactos oficiales se registraron hace 162 años, o sea, en 1858, cuando el emperador ruso Alejandro II y el presidente de la Confederación Granadina Mariano Ospina Rodríguez intercambiaron notas de reconocimiento mutuo.
Las relaciones diplomáticas fueron establecidas hace 85 años, el 25 de junio de 1935, y tuvieron un gran avance en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, cuando las hazañas del pueblo soviético inspiraron el interés de los colombianos por la URSS. En 1943 fueron abiertas sendas embajadas en Moscú y Bogotá. Fue entonces cuando un grupo de intelectuales colombianos fundaron también lo que ahora se conoce como el Instituto Cultural León Tolstoi.
Vale recordar algunos hechos de interés en el ámbito cultural. El nobel colombiano de literatura Gabriel García Márquez visitó la URSS en 1957 con motivo del Festival Mundial de la Juventud y dejó apuntes muy peculiares sobre este evento y “el país de los rusos”. Mucho más tarde, para conmemorar su 85.º aniversario, el gran escritor fue galardonado con la Orden de Honor de Rusia y el año 2012 fue proclamado en nuestro país como Año de Gabriel García Márquez.
En 1985, en Colombia se rodó la película Los elegidos –una coproducción soviético-colombiana, basada en una novela del presidente Alfonso López Michelsen–, la que dio al público ruso la oportunidad de conocer y admirar a la gran actriz colombiana Amparo Grisales, que tanto les encantó a los rusos y se convirtió para ellos en la verdadera embajadora cultural de Colombia.
Otra gran embajadora de la cultura colombiana de aquella época fue la famosísima Leonor González Mina –la Negra Grande de Colombia–, que visitó Rusia en varias ocasiones.
Hoy en día, Colombia es uno de nuestros socios relevantes dentro del espacio geopolítico latinoamericano. Nuestra cooperación bilateral se basa en el respeto mutuo, está libre de dogmas ideológicos y prejuicios políticos, compartimos los mismos valores universales. Tenemos un fluido diálogo político.
Los cancilleres de nuestros dos países se encuentran en forma periódica. Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se ha pronunciado invariablemente a favor del proceso de paz en Colombia y está siguiendo con mucha atención y debido respeto el complicado pero tan necesario proceso actual de su implementación.
Sin ser todavía grandes socios comerciales, no nos cansamos de buscar las modalidades óptimas para profundizar y diversificar nuestro comercio bilateral y las inversiones recíprocas.
Rusia exporta a Colombia fertilizantes, laminado de acero y de hierro, metales, petróleo, máquinas, vehículos terrestres y helicópteros, tecnologías informáticas y otros. Importamos de Colombia flores, café, bananos, azúcar y otros productos agrícolas. Rusia adquiere dos tercios de la exportación de la carne bovina colombiana. Se explora la posibilidad de vender a Colombia el trigo ruso.
En Colombia están presentes cerca de 50 compañías rusas: en la industria automotriz, petrolera, energía hidroeléctrica, informática, construcción, floricultura, neumáticos, y hay perspectivas en farmacéutica.
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Avanzamos en la esfera de educación: muchos jóvenes colombianos muestran un elevado interés en estudiar en Rusia aprovechando una de las cuotas nacionales más grandes entre los países latinoamericanos –90 becas anuales–. Varias universidades rusas han establecido contactos directos con universidades colombianas, con las cuales se realizan los intercambios académicos y de otra índole.
A pesar de la enorme distancia que nos separa, se mantienen contactos en la esfera artística. El gran promotor de estos vínculos es el mundialmente famoso Teatro Mayor capitalino, que periódicamente ofrece espectáculos con célebres conjuntos y personalidades rusos.
En el tema de intercambio turístico logramos grandes avances durante el Mundial (2018), casi 850.000 extranjeros visitaron Rusia, entre los cuales 65.000 fueron colombianos. Todo indica que cuando las circunstancias sanitarias así lo permitan todavía más visitantes extranjeros vendrán a conocer con sus propios ojos Rusia, un gran país lleno de bellezas multifacéticas y agradables sorpresas.
Es natural que las posiciones de los países sobre tal o cual problema internacional, especialmente un problema agudo y complicado, puedan ser diferentes. Diría hasta que es anormal cuando los dos Estados en muchos aspectos diferentes coinciden en todo. Comparto plenamente la opinión expresada por el excanciller colombiano Carlos Holmes Trujillo, quien tenía toda la razón cuando decía en varias ocasiones que el hecho de que Rusia y Colombia tengan enfoques distintos respecto a Nicolás Maduro no quiere decir que no podamos cooperar en otras esferas y lo hagamos bien.
Les puedo asegurar que el tema de Venezuela siempre está presente en las conversaciones y consultas bilaterales y se discute con el mayor respeto mutuo. Estos contactos demuestran que tanto Rusia como Colombia coinciden en lo fundamental. Y es que la única solución que puede tener la crisis venezolana es la pacífica y lograda por el propio pueblo venezolano.
Según mi opinión, lo más importante de nuestros lazos bilaterales son su invariable estabilidad y pragmatismo, mostrados a lo largo de estos 85 años de relaciones diplomáticas.
En este largo tiempo se han cambiado gobiernos en los dos países y hasta regímenes sociales si de Rusia se trata. Hubo épocas mejores y no tanto, períodos de vacas gordas y de crisis económicas, pero siempre los dos países, sus pueblos y sus líderes han sabido buscar algo que los una, han sabido mantener y profundizar su amistad.
Hace una semana, el presidente Vladimir Putin declaró que Rusia está saliendo de la epidemia por coronavirus con “seguridad” y “bajas mínimas”. Paulatinamente, la cantidad de los contagiados se está disminuyendo y cada día hay más recuperados que los nuevos infectados.
Sí, es cierto que las cifras de los infectados con coronavirus en Rusia son altas, pero es el resultado del testeo oportuno y masivo: el país realiza 16,6 millones de tests, ocupando el 2.º lugar en el planeta después de EE. UU. Es importante también que el índice de mortalidad por causa del covid-19 en Rusia es bastante bajo: 1,4 por ciento.
Aunque es compatible con los de muchos otros países: Israel (1,4 %), Chile (1,8 %), Turquía (2,6 %), Perú (3,1 %) y Colombia (3,2 %).
Las autoridades nacionales supieron aprovechar con eficacia las reservas del tiempo generadas por la llegada retardada del coronavirus al país, tomando medidas preventivas para desacelerar la propagación del contagio y preparar el sistema nacional de salud.
Un factor importante lo constituye el carácter social del sistema de salud ruso, el cual sigue siendo accesible, gratuito y masivo.
Gracias a esto, Rusia tiene las mejores tasas de hospitalización temprana, transporte rápido del enfermo al centro médico, diagnóstico temprano y oportuno.
Rusia fue de los primeros en iniciar la producción de medicinas clínicamente aprobadas para tratar covid-19, entre las cuales se destacan los comprimidos contravirales Avifavir. Durante la primera etapa de los ensayos clínicos, el medicamento demostró su alta eficiencia. Este ya se distribuye en Rusia en forma gratuita.
Esperamos que pronto pueda convertirse en una herramienta eficaz de lucha contra la pandemia a nivel global.
En poco tiempo se espera también el lanzamiento de la vacuna contra el covid-19 de origen ruso. Acaban de aplicarla a los humanos. En los ensayos participan voluntarios. Se estima que el ensayo durará 1,5 meses. Esperamos que para septiembre próximo ya tengamos una vacuna registrada y aprobada.
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